“Históricamente, no ha habido individuo, tribu, o incluso nación que tuviera la oportunidad de alterar el clima, destruir miles de especies, o cambiar el balance químico de la atmósfera tal como lo han hecho las corporaciones […] nuestras acciones como individuos son meditadas y establecidas a través de las crecientes redes que generan las instituciones globales.”
Peter Senge, Presence (2004)
La mirada cartesiana del mundo procreó un sistema socioeconómico claramente insostenible en el que las corporaciones han tenido gran influencia. La era Industrial las concibió y llevó a operar como “máquinas” configuradas para producir, competir, y extraer, sin considerar su impacto más allá de las fronteras económicas.
Mientras la prioridad de las empresas sigua siendo la economía extractiva en un mundo finito, nuestra permanencia como especies -individuos y organizaciones humanas- seguirá peligrando. He aquí la importancia de entender la ecología como el corazón de nuestras prioridades. Ecología y economía comparten la misma raíz: Oikos/Eco, que significa nuestro hogar, nuestro planeta, nuestra vida. Por ello la economía como encargada de administrar sus recursos debe honrar a la ecología, no al revés.
Las empresas de hoy deben asumir entonces una reponsabilidad y un rol mucho más amplios al reconocer su naturaleza como integrantes del Oikos a fin de garantizar bienestar y futuro a los ecosistemas que habitan. Por eso, también es importante seguir consolidando una nueva mirada no antropocéntrica que facilite el cambio no solo para nuestra sostenibilidad y supervivencia sino en la manera de pensar sistémicamente/ecológicamente el desarrollo de las organizaciones que integramos, en armonía con las demás especies que habitan la Tierra.
Jscinteractivo desde la visión sistémica de la vida incentiva una economía generativa que respeta los patrones de organización, los ciclos y la resiliencia de la Madre Naturaleza. Reconoce a las organizaciones como el ser que más impacto genera al equilibrio de los diferentes ecosistemas del planeta. Entiende que los mayores problemas sociales, ambientales, económicos y políticos de nuestro tiempo causados por las organizaciones humanas, están interconectados y son interdependientes, y deben, en consecuencia, afrontarse con soluciones sistémicas.